
Se trata solamente de posibilidades en tu imaginación, y normalmente poco probables, aunque eso no evita el sufrimiento.
Eva Mª Vallejo
Terapia individual y de pareja
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Blog de psicología en Palma de Mallorca
La ansiedad y los pensamientos sobre el futuro están íntimamente relacionados. Nuestro cerebro anticipa posibles futuros con desenlaces negativos, a lo que cuerpo y mente responden con estrés y ansiedad, aunque no haya peligro alguno en tu entorno inmediato.
Se trata solamente de posibilidades en tu imaginación, y normalmente poco probables, aunque eso no evita el sufrimiento.
La ansiedad es muy útil como respuesta para proteger a un organismo de un peligro. Haciendo un ejercicio de imaginación, podemos viajar a tiempos remotos, en donde el ataque de una fiera o el del integrante de otra tribu, estaban a la orden del día. El hecho de pensar en el futuro y responder con ansiedad, prepara el cuerpo y la mente para luchar (o para huir si es necesario), lo que supone una ventaja evolutiva, que permite sobrevivir y tener descendencia, preservando así tus genes ansiosos.
Está claro que en el mundo de hoy en día, es poco probable encontrar un león suelto, pero la ansiedad sigue impresa a fuego en cada uno de nosotros. Nuestro cerebro nos juega una mala pasada, hace que respondamos con ansiedad a un pensamiento que sólo entraña peligro en nuestra imaginación. La mente crea su propia versión de la realidad y reacciona de acuerdo a ella. Si los pensamientos son negativos, el mundo modelado por el cerebro será negativo.
Nos encanta la incertidumbre en muchos aspectos de nuestras vidas, disfrutamos viendo un partido de futbol o una película sin conocer cómo acabará. Pero en nuestra vida personal no queremos sorpresas, queremos que todo esté atado, y sea predecible.
Cuando algo se escapa a nuestro control, surge la ansiedad. La realidad es incierta, si tú le exiges certezas, sólo encontraras ansiedad.
Gran parte del problema de los trastornos de ansiedad, es que la mente está constantemente anclada al futuro, anticipando posibilidades, en lugar de permanecer en el momento presente. Y la mayoría de las veces el futuro se ve de forma pesimista."¿Cómo me irá la reunión de mañana?", "Seguro que la presentación será un desastre", "Seguro que se reirán de mi".
Trata de analizar tus pensamientos. ¿Qué te están diciendo? ¿tratan de predecir el futuro, y se centran en las posibilidades negativas? entonces amablemente deja esos pensamientos de lado. Son sólo eso, pensamientos. No te definen, ni tienes porque aceptarlos o hacerles caso, y generalmente sólo se deben a tus hábitos internos.
Tendemos a creer que nuestros pensamientos son verdades absolutas, "No lo lograré", "Nadie me quiere", "No funcionará", pero te voy a contar un secreto a voces, no tienes porque creerte todos tus pensamientos, muchos son distorsiones cognitivas. Nuestro cerebro está diseñado para funcionar a todas horas, tratando de solucionar todos los problemas que pueda encontrarse. Las cosas se tuercen cuando no hay ningún problema que resolver, es nuestro propio cerebro el que crea los problemas.
Hagamos una prueba simple. Trata de pasar un minuto, un sólo minuto sin pensar en nada.
¿Qué tal ha ido? apostaría que antes de que pasaran 15 segundos estabas pensando en que tienes que fregar los platos, poner gasolina, o cualquier otra cosa.
El problema es que tratar de calmar nuestras mentes no es fácil, y menos teniendo en cuenta el ritmo frenético del mundo en el que vivimos.
Es habitual, que las personas que padecen ansiedad, traten de parar y eliminar sus pensamientos ansiosos. El razonamiento es correcto: si dejo de pensar en el futuro, dejaré de tener ansiedad. Lo que suele fallar es el método. Cuanto más trates de no pensar en algo, más fuerte golpeará ese pensamiento tu cabeza. Es como tratar de apagar un fuego usando gasolina.
Hagamos otra prueba, durante 10 segundos intenta no pensar en un "elefante rosa". Pruébalo.
No es tan fácil estar en el presente, ni tratar de dirigir tus pensamientos, ni dejar de pensar en algo. Por suerte es algo que se puede entrenar.
Una muy buena opción, es practicar técnicas de relajación. Aprender este tipo de técnicas te puede ayudar a reducir tus niveles de ansiedad, y a mantener tus pensamientos en el momento presente. Algunas técnicas que pueden ayudar:
¿Cuál debes usar? Cada técnica tiene características distintas, y no siempre funcionan igual con cada persona. Por ejemplo, es habitual que algunas personas con ataques de ansiedad, puedan desarrollar pensamientos negativos respecto a la respiración ("no puedo seguir respirando, la siguiente expiración será la última"), y prefieren usar la relación muscular. Pruébalas las 3 y decide por ti mismo cual se adapta mejor a ti.
Si tienes problemas para lidiar con tu ansiedad, y no consigues permanecer en el presente, un psicólogo especializado en ansiedad puede ayudarte. En especial, la terapia cognitivo conductual te puede ayudar a identificar y cambiar los hábitos y pensamientos que contribuyen a tu ansiedad.
La Terapia Cognitivo Conductual se basa en el concepto de que pensamientos, sentimientos, sensaciones físicas y conductas están interconectados, y que los pensamientos y las conductas negativas pueden atraparte en un círculo vicioso.
Pensar en el futuro no es malo, es más, está bien planificarse para conseguir objetivos, lo malo es estar constantemente en el futuro . No luches con tus pensamientos negativos , aprende a dejar que se vayan.
Muy a menudo nos vemos tan atrapados en el estrés y las preocupaciones, que nos olvidamos de vivir. Trata de mantener el equilibrio. Recuerda vivir cada momento, déjalo pasar, y disfruta el siguiente momento. Vive en el presente.
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